El tema de los Concursos sigue estando de moda en los clubes fotográficos y Asociaciones Fotográficas (podemos remontarnos a 1921 y 1949, años de la creación en València del Fotoclub y AGFOVAL).

En España, en 1946, el Ministerio de Trabajo estableció la actividad fotográfica bajo los apartados de “fotógrafo”, “retocador de clichés” y “fotógrafo ambulante”, siendo por tanto oficio artesano. En 1966 el MEC aprobó dentro del grado de aprendizaje industrial la especialidad de fotógrafo con 8 materias y una sola de prácticas de laboratorio. En 1968 Carrero Blanco dictó un Decreto por el que se establecía un carnet de empresa para el ejercicio de fotógrafo industrial.

Este es el interés que las instancias educativas y profesionales tenían hacia la fotografía. Sin embargo, había actividad fotográfica y si no tenemos constancia gráfica de ello es por la escasez de medios de comunicación e información.

En el bienio 1975-76 se crearon revistas como “Anófeles” y la versión española de la francesa “Zoom” y la editorial “Diorama”. También se crearon Galerías: en Barcelona: Spectrum, Fotomanía, Procés, en Zaragoza: Spectrum Canon, en
Alcoy: Yem, en Sant Celoni: Tau. Y surgieron varios colectivos: Foto Fad (Barcelona), equipo Yeti (Madrid), Grupo f/8 de libre expresión (Sevilla, con Miguel Angel Yañex Polo, Miguel Marquez, Jose Manuel Holgado Brenes y Alabern) y el Grupo Alabern (Barcelona, con Toni Catany, Mariano Zuxunaga y Koldo Chamorro). Esta tendencia de creación de Colectivos fotográficos sigue produciéndose en la actualidad que, como entonces se debe a discrepancias con la estructura organizativa de las Agrupaciones, menos innovadoras y menos sensibles a las necesidades de cambio y adecuación sociales.

En el año 76, con el cambio democrático surgió una nueva prensa: El Pais y Diario 16 en los que aparecieron los nuevos fotoperiodistas que pasaron de “ilustrar” a “comunicar”.

Es cierto que en la década de los 50, 60 y 70 del siglo 20 eran la única forma de aprender, reunirse e intercambiar información técnica no solo sobre la fotografía en general sino también sobre técnicas fotográficas, máquinas y
ópticas y laboratorio químico.

Desde los años 80 ya disponemos de enseñanza reglada de Fotografía tanto pública como privada. Y, evidentemente en los 80 empezó la revolución numérica y con ella todo el mundo hace ya fotografía. Fontcuberta dice que a la red se suben diariamente un millón de fotografías.

Pues bien, los cambios políticos, sociales y culturales actuales propician una nueva dimensión a la fotografía; yo diría que la del autoconocimiento y autoayuda y la necesidad de buscar relaciones sociales más amplias que ayuden a salir del vértigo laboral y de aislamiento social. Existen en la red enormes recursos didácticos al alcance de muchísimas personas, pero es mejor, más eficiente y más agradable el intercambio de conocimientos en el ”cara a cara” de las QDDs fotográficas, Lugares de reunión y Clubes Fotográficos.

¿Por qué siguen siendo válidos hoy los concursos fotográficos?

En los años 1960, en las revistas mensuales que editaban los Clubes y Asociaciones Fotográficas se decían cosas como las que siguen:

“Desde ya hace muchas décadas la pregunta siempre es la misma: Porqué no gano premios?

Siempre hay alguien que se presenta a concursos, salones y eventos similares que al no ganarlos se desanima y deja de CONCURSAR.

Hay muchos fotógrafos que al hacer y presentar las fotos que a él le gustan y que no ganan… se desencantan porque es como tropezar con un muro insalvable”.

Pero con la perspectiva que nos dan los años, en este caso décadas, en la concursística sigue pasando esto con algunos cambios, como vemos:

– En ningún caso hay que desanimarse.
– La fotografía de concurso es como la moda, si quieres ir a la moda hay que bailar a su son.
– Si la Fotografía que nos gusta hacer coincide con la moda, pues mejor que mejor, y si no…sigamos adelante.
– El fotógrafo amateur debe ser completo, es decir debe editar sus fotos o revelar sus carretes y ampliar sus positivos.
– Se consigue una foto de éxito si es de IMPACTO sin olvidar el TEMA y que sea ORIGINAL.
– Y tampoco olvidemos el factor suerte.

Y, para concluir, las sociedades fotográficas que pensaban que había que hacer concursillos, coloquios y mesas redondas para preparar a los socios para concursar, decían allá por los años 60:

“IMPACTO / 50% + ORIGINALIDAD / 15% + MENSAJE / 15% + ESTÉTICA / 10% + TÉCNICA / 5% + SUERTE / 5% = PREMIO / 100%”

Bueno, todo esto tiene la intención de animaros a la participación…una fotografía no es nada si no se muestra a los demás. Hay que aprender a mostrar nuestro trabajo y ello implica hacer las cosas como siempre las han hecho los fotógrafos, con inventiva incluso en lo material…construcción de materiales y, en nuestro caso aprendizaje de
programas de Edición que “acaben”o “completen” nuestro trabajo.

En este sentido y en mi opinión, las fotografías presentadas a un concurso o a una exposición deberían cumplir los siguientes requisitos:

Marcos de aluminio negro de 40 x 50 cm, passepartout (el color que exija nuesta/s fotos) de 40 x 50cm y ventana con biselado, al tamaño de la fotografía que presentemos. Pueden incluso ser varias las fotografía que con sus ventanas formen una serie en el mismo passepartout.
Estos marcos profesionales cumplen los requisitos para exposiciones en las que todas las fotografías se presentan en pie de igualdad.

Manolo Marzal. Club de Fotografía de Torrent. Enero 2021