En esta ocasión quedamos muy temprano, antes del amanecer, para llegar hasta una zona de arrozales muy cercana a la Albufera de Valencia. Después del madrugón, nos repartimos en coches y nos pusimos en marcha. Luchamos contra mosquitos, acequias y Gallinulas chloropus, para no ofender.

Una vez en posición, solo teniamos que esperar y contemplar el espectáculo del amanecer con todo detalle. Tiempo tuvimos, y lo pudimos aprovechar muy bien. Después de la faena, nos dimos un pequeño paseo por la playa y compartimos un buen almuerzo merecido, después de un gran trabajo.